PilsFerrer: “A veces creo la imagen y otras veces la imagen me encuentra a mí”

Pilar García Ferrer, más conocida como PilsFerrer, es una arquitecta con una creatividad desbordante que canaliza a través de la ilustración y el collage. Sus obras reflejan un singular universo de color e imaginación donde la arquitectura y las figuras femeninas se fusionan a la perfección con elementos de la naturaleza como animales o vegetales y con la gastronomía con la que tanto disfruta Pilar. La entrevistamos en su casa taller de Madrid donde nos habla del éxito de  su presente y  futuro profesional.

¿Quién es “PilsFerrer?
Soy arquitecto y trabajo como arquitecto haciendo proyectos de interiorismo de viviendas y luego soy ilustradora y estoy especializada en la técnica del collage.

¿Qué es para ti la creatividad?
Decía Einstein que la creatividad es la inteligencia divirtiéndose y me identifico mucho con esta frase. Yo empecé haciendo este tipo de ilustraciones por diversión. Para mí la creatividad es darle la vuelta a una situación o a un mundo y crear universos diferentes. También encontrar la manera de que piezas muy diferentes encajen como en un collage que tengo con una imagen de una tortuga y una alcachofa y en el que, al final, las piezas encajan y tienen sentido. 

¿Te consideras una arquitecta que hace collages o una artista que realiza proyectos de arquitectura?
Es muy difícil de contestar. Por ahora no puedo renunciar a ninguno de los dos mundos pero me definiría como una arquitecta que hace collage.

¿Cómo llega el collage a tu vida?
Durante la carrera yo hacía las fotos de las maquetas de los edificios, las digitalizaba y con Photoshop iba añadiendo texturas, personajes, diferentes elementos como una sandía gigante, por ejemplo, y así empezaron mis primeros collages

¿Qué tiene el collage que no tengan otras técnicas artísticas?
Me encantaría hacer escultura u óleo pero he empezado por el collage que al final lo abarca todo pues es una técnica que permite mezclar texturas, flores, piedras…es una técnica que abarca muchas técnicas en una misma obra. Aunque la mayoría de los que hago son digitales, estoy trabajando en algunas obras analógicas que permiten captar mucho mejor esas diferentes texturas tridimensionales.

En 2015, viajaste a Perú un año para continuar tus estudios de arquitectura. ¿Qué supuso aquel viaje para ti a nivel personal, creativo y profesional?
A nivel personal, salía de mi jaula de oro y llegué a Perú sin conocer a nadie allí. Aterricé en un mundo nuevo, en una cultura nueva y tuve que buscarme la vida lo que, a nivel personal, ya representó un cambio importante. A nivel profesional, me enfoqué en proyectos de cooperación que en España no podría haber hecho y, a nivel creativo, todos los fines de semana me iba de viaje a diferentes lugares para estar en contacto con la naturaleza del país y esa conexión con la naturaleza está siempre muy presente en mis collages.

¿Cuáles son tus principales fuentes de inspiración?
La mujer, la gastronomía, la naturaleza, los animales, la arquitectura y los viajes serían mis principales pilares a la hora de inspirarme para crear mis collages.

¿Y en relación a la influencia de grandes artistas o pintores?
Me gustan mucho los collages que se hicieron durante el movimiento artístico de las vanguardias pese a que los primeros collages se encontraron en la antigua china donde era un método que se utilizaba para corregir desperfectos o errores de obras originales. Pero no es hasta las vanguardias y el movimiento futurista donde se empiezan a hacer collages intencionados.

¿Cómo describirías tu proceso creativo desde la idea que visualizas hasta convertirla en un collage único?
Hay dos caminos: uno, en el que una marca me pide una ilustración que defina la filosofía de la propia compañía, por ejemplo. Entonces empiezo a hacer el croquis de la idea, tomo notas en un cuaderno, reviso esos croquis y cuando tengo la idea aterrizada empiezo a buscar fotografías que me puedan encajar con esta composición. 

La otra forma es ver una foto que me inspire mucho y entonces le añado elementos para transmitir una sensación. A veces yo creo la imagen y otras la imagen me encuentra a mí.

¿Cómo definirías tu estilo?
Me gusta mezclar el blanco y negro que aporta un estilo retro con una chispa de color porque me gustan mucho los contrastes. Sí que es cierto que en algunos de mis collages existe un aire retro pero la mayoría los incluiría en un estilo cómico colorido.

¿Qué pretendes expresar a través de tus obras? ¿Qué transmiten?
Lo que busco es el impacto del espectador. Que, de repente, vea un collage en el que parece que no está pasando nada y cuando lo vuelve a ver se queda mirando y dice: “vaya, no es una tortuga, es una tortuchofa”. Y esa conexión con el espectador es la que busco conseguir siempre, ese efecto sorpresa.

¿Qué buscan tus clientes en uno de tus collages?
Pues buscan también esa sorpresa. Muchos clientes adquieren mis collages para regalar y sorprender precisamente con ese regalo. La edad media de mis clientes es sobre todo de 35  a 45 años. También adquieren muchos collages para regalos de boda y personas que no quieren colgar en su salón una lámina de Ikea pero tampoco un cuadro de 3.000€. 

El mío es un arte exclusivo, ya que hago ediciones limitadas y firmadas de todas mis obras, pero son asequibles para personas que se están introduciendo en el mundo del arte. Muchas personas me piden que amplie alguna serie porque ya está finalizada pero prefiero mantenerme fiel a ese valor de exclusividad que tienen mis obras.

Tus obras están realizadas a través de técnicas digitales y ahora quieres ampliar de nuevo horizontes y probar con nuevas técnicas analógicas. ¿Qué puede aportar lo analógico a tu obra?
Mis collages analógicos son piezas únicas que vendo en exposiciones y son las que más pena me da vender, la verdad. La diferencia con lo digital es principalmente la tridimensionalidad. A mí me encanta mancharme las manos, poder tocar, poder coser, poder hacer un proceso más artesanal: recoger unas flores, secarlas, incorporarlas a la obra. 

Es un proceso más a largo plazo y más delicado. Me aporta también mucha paz y calma el ponerme a crear algo físicamente con mis manos. La dificultad también radica en que, en este caso, no hay “Ctrl+Z” para deshacer algún fallo o equivocación. Es más arriesgado.

¿Qué otros proyectos de futuro tienes?
Me gustaría hacer en 2022 una exposición de collages analógicos y ya estoy trabajando en ella. También tengo en marcha colaboraciones con varias marcas. Estoy trabajando en el packaging de unos perfumes, diseñando unas ilustraciones para una marca de relojes o la portada de un libro sobre el mundo en 2030, entre otros proyectos.

Si PilsFerrer fuera un collage, ¿cómo te lo imaginarías? ¿Con qué elementos transmitirías tu esencia y personalidad en formato collage?
Seguramente se vería mi cuerpo con la cabeza de un animal, probablemente una jirafa, que me encantan. Y lleno de flores y tonos rosa fucsia. Y quizás el título sería “La mirada del artista”.

¿Qué significa el lujo para ti?
El lujo para mí es estar cómoda y bien atendida. No hace falta que sea caro. Sentirme como en casa gracias a un producto o a un servicio que tenga calidad y que me haga sentir cómoda.

Por ejemplo, cuando una marca me escribe para encargarme un collage, suelo tener muy en cuenta los valores de la marca aunque es cierto que la mayoría de las que me piden algo son bastante afines a mí. Me gusta mucho apoyar también a pequeñas marcas aunque también he trabajado para otras grandes como El Corte Inglés.

¿Dónde te ves dentro de 5 años?
Voy delegando cada vez más sobre todo la parte de la logística del e-commerce y yo estoy centrada en diseñar. Mi idea sería seguir haciendo colaboraciones con marcas importantes, lujosas y de calidad como he estado haciendo hasta hora y poder seguir compaginando los collages y mi carrera como ilustradora con mi trabajo como arquitecto porque me gusta muchísimo.

¿Qué significa para ti viajar?
Para mí viajar es seguir aprendiendo siempre. Conocer de primera mano lugares, culturas, personas y enriquecerme muchísimo. Probar, cotillear, tener diferentes experiencias. Me encanta viajar a zonas a las que no van los turistas y adentrarme hasta el cajón de la ropa interior de un destino concreto.

Viajar también está muy relacionado con la gastronomía o con la práctica de deportes extremos en otros países. Pero también me gusta en un viaje relajarme y desconectar. Hay algunos viajes en los que estoy unos días que no paro y otros días descansando y sin hacer nada, leyendo y en el spa del hotel.

¿Qué paralelismo encuentras entre el diseño de un viaje a medida y el de un collage personalizado?
Creo que existe un paralelismo super estrecho. Yo también hago collages personalizados para clientes particulares. Para ello, antes necesito conocer sus sueños, sus gustos, qué les hace sonreír, cuáles son sus recuerdos favoritos, igual que pasa con un viaje a medida. Y, de la misma forma que yo busco el efecto sorpresa en mis obras, creo que éste también es importante en un viaje a medida.

Si tuvieses que hacer un collage sobre el mundo de los viajes, o el viajar... ¿cómo sería? ¿cuál sería tu inspiración?
Si tuviera que hacer un collage ahora mismo lo haría sobre Berlín, que es una ciudad en la que he pasado un mes y medio durante tres veranos porque vive una amiga mía y que es una ciudad que me trae muchísimos recuerdos y que tiene muchos recursos y muchos elementos para hacer un collage de estilo más pop.

Un destino que no te cansarías de repetir...
Berlín en verano, Perú, París o Australia. Y Vietnam, que fue el primer viaje que hice con mi marido cuando éramos novios.

Un viaje inolvidable...
Nueva Zelanda es uno de los viajes más impresionantes que hecho. Es naturaleza pura con unos paisajes impresionantes que me parecieron muy únicos. Había estado poco antes en Islandia y Nueva Zelanda me pareció como una Islandia a lo grande.

Un viaje para olvidar...
Un viaje a Sierra Nevada que hice con unas amigas para esquiar y en el que nevó todos los días y la organización fue un poco desastre.

Tu viaje soñado...
Me muero de ganas de ir a África, donde no he estado nunca. Me encantaría ir a Ruanda a ver gorilas, a Sudáfrica, a Egipto, a Costa de Marfil y también a Japón.

Tu próximo viaje...
Quiero ir a Argentina o a Sudáfrica y a esquiar, pues he estado dos años sin poder hacerlo a causa de la pandemia.