Uncle Elephant
  • MIN
  • Transformador

Uncle Elephant, el elefante que lo cambió todo

Soraida Salwala. Imagen: Sora AI.

 

Hace más de cuarenta años, viajaba con mi padre, mi hermano y mis hermanas a la provincia de Udornthani, en el noreste de Tailandia, por la carretera Mitraparb (la "Carretera de la Amistad"). Visitamos muchos lugares en el camino, hasta que finalmente ocurrió una tragedia.

Tenía ocho años. Fue un impacto enorme ver a un gran elefante con dos largos colmillos tendido al borde de la carretera. Un hombre, con ropa tradicional del campo, lloraba junto a él. Sin duda, debía ser su dueño.

Le pedí a mi padre que detuviera el coche. "¿Qué le ha pasado al Uncle Elephant?". Mi padre aparcó, pero no me permitió bajar. Asomé la cabeza por la ventana. El Uncle Elephant seguía vivo, le vi el estómago moverse. Mi padre regresó al coche. Ya al volante, me dijo: "El Uncle Elephant fue atropellado por un camión."

"¡Entonces tenemos que llevarlo al veterinario, papá!". Mi padre respondió: "¿Cómo vamos a llevarlo, hija mía? Es muy grande. No hay ningún lugar al que llevarlo. Nadie podría curarlo". Encendió el motor, y mientras nos alejábamos, y yo subía la ventanilla, escuché un fuerte ruido, probablemente un disparo. Mi padre dijo en voz baja: "El Uncle Elephant ya está en el cielo, hija mía". Yo asentí. "¿Pero por qué tuvo que caminar por la carretera?"

 

Representación actual del Uncle Elephant, Bua-Joom, obra del artista Chor Boogie. Se puede adquirir en Elephan Parade.
Representación actual del Uncle Elephant, Bua-Joom, obra del artista Chor Boogie. Se puede adquirir en Elephan Parade.

Casi treinta años después de aquel accidente, me invitaron a dar una conferencia en un seminario nacional sobre el patrimonio cultural y natural del elefante en Tailandia. Fue allí donde conocí al profesor Chuen Srisawasdi. Me contó que había visto un programa de televisión donde relaté por primera vez la historia del Uncle Elephant.

Un hombre que estaba presente, Tao Sala-ngam, escuchó mi relato y recordó de inmediato que se trataba de su elefante fiel, Bua-Joom. "Hoy conocerás al dueño de tu Uncle Elephant", me dijo el profesor. Me quedé sin palabras. Me desbordé. Jamás imaginé que podría volver a verlo. Aún vivía, con la espalda torcida por las secuelas de aquel accidente.

El Uncle Elephant se llamaba Bua-Joom

Tenía más de 72 años, y era el dueño del Uncle Elephant Bua-Joom (que significa "loto"). Ese reencuentro me confirmó que el recuerdo que me había acompañado durante toda mi vida no solo era real, sino que aún estaba vivo. Solo puedo esperar, y he luchado con todas mis fuerzas, por establecer la fundación Friends of the Asian Elephant (FAE) para ayudar tanto a los elefantes como a quienes los cuidan.


Texto original firmado por Soraida Salwala, fundadora del Friends of the Asian Elephant Hospital (FAE), en Lampang.

Lee la entrevista completa con Soraida aquí. 

El sonido y la imagen de aquella angustia siguen grabados con nitidez en mi memoria.
Compartir

Historias relacionadas

12 MESES, 12 HISTORIAS

12

Una historia al mes durante un año

Elige los temas que te interesan

5'

Cinco minutos de inspiración

El día que tú decidas

¿Te gusta lo que estás leyendo?

Errante es un proyecto de Elefant logo