“Kia Orana” es la palabra con la que los habitantes de las islas Cook te dan la bienvenida a tu llegada a estas islas remotas. Esta palabra significa "que tengas una vida larga y plena" y representa tanto una bendición como un deseo de buena suerte.
Este remoto archipiélago de 15 islas está situado en el Pacífico Sur, entre Hawái y Nueva Zelanda y la mayoría de la población se concentra en Rarotonga, una isla caracterizada por sus montañas de color verde esmeralda y que disfruta de un clima tropical durante todo el año. Viajar a las islas Cook es hacerlo a uno de los paraísos más sostenibles y vírgenes del planeta.
Un pareo es todo lo que necesitas para disfrutar de la naturaleza, el paisaje y las playas de estas islas idílicas que invitan tanto a relajarse como a descubrirlas por mar y tierra a través de numerosas actividades y experiencias.
Recorrer la costa y visitar las islas vecinas a bordo de un catamarán, descubrir los fondos marinos de coral o avistar las ballenas que, entre agosto y septiembre, migran desde la Antártida para aparearse y reproducirse en las cálidas aguas de estas islas, son algunas de las actividades marinas que podemos disfrutar en este viaje a lo remoto.
El verde interior de la isla puede recorrerse realizando diferentes rutas de trekking, en bicicleta, en quad o en 4x4., a través de los senderos de montaña que atraviesan la isla de punta a punta. Visitar el mercado local de los sábados por la mañana es otra de las actividades que permiten descubrir el ritmo y la vida local de esta remota isla del Pacífico.
La gastronomía es otro de los puntos fuertes de estas islas, caracterizadas por la denominada cocina “Nesian Fusion”, basada en una extraordinaria combinación de cocina polinesia y europea. Una de las experiencias imperdibles de este viaje es lo que se denomina una “Cena progresiva”, que consiste en descubrir la gastronomía en las casas de los locales probando en cada casa un plato típico diferente. Los habitantes de estas islas se caracterizan por su simpatía y hospitalidad y el idioma, a diferencia de Polinesia, es el inglés.
Desde el año 1500 aC, las islas polinesias fueron pobladas por ancestros maoríes que desembarcaron en sus Vakas, unas canoas gigantes de doble casco, guiados por las estrellas.
El Vaka más famoso en la actualidad es el tradicional Marumaru Atua (que significa "bajo la protección de Dios") y que se ha convertido en un símbolo de las Islas Cook. Desde 2012, navega gracias a mapas estelares antiguos alrededor del mundo, sin instrumentos, representando a los isleños de Cook y promoviendo el turismo en este pequeño paraíso.
En tu viaje a las Islas Cook hay que dedicar unos días a descubrir Aitutaki. Cuenta la leyenda que unos navegantes polinesios descendientes de Ru, un famoso guerrero, llegaron a Aitutaki entorno al año 900 D.C. Los vestigios de estas leyendas pueden verse en los “Marae”, lugares sagrados con formaciones de piedras volcánicas que fueron construidos por estos primeros habitantes de la isla.
Fue siglos más tarde cuando el Capitán Bligh y su tripulación del famoso HMS Bounty fueron los primeros europeos en llegar Aitutaki en 1789, antes del famoso motón que sería inmortalizado en el film protagonizado por Marlon Brando.
Seguimos nuestro recorrido por otras islas, cada una con su propia personalidad y encanto. La isla de Mauke, cuyo nombre significa “allí donde descansa mi corazón”, es el nombre perfecto para esta isla jardín que recuerda al Edén. Allí, sus habitantes cuidan de tal forma sus pequeños jardines que toda la isla está llena de árboles y flores, que también crecen de forma silvestre y que recrean un auténtico paraíso verde y de colores.
En esta isla-jardín, de tan solo 300 habitantes y rodeada por un arrecife, las flores se recolectan para crear las hermosas guirnaldas de maire que sirven para ornamentar a mujeres y hombres.
Atiu, una isla con más de 8 millones de años de antigüedad, es conocida como Enuamanu que significa “la tierra de los pájaros”. En ella se cultiva uno de los mejores cafés orgánicos de todo el Pacífico.
La zona costera de Atiu está formada por coral fosilizado que, en algunas partes, llega a los seis metros de altura. En esta isla realizamos un trekking para visitar las numerosas grutas y cuevas que la caracterizan mientras contemplamos numerosas especies de aves de colores y acabamos con un exclusivo picnic sobre la arena blanca de la playa.
La formación de las célebres perlas negras de la isla de Manihiki se produce dentro de la Pinctada Margaririfera u ostra de labios negros que crea en su interior el tan apreciado nácar. Para su recolección es necesario bajar a altas profundidades.
Los viajeros que visitan esta isla pueden disfrutar de unos fondos marinos formados por miles de almejas en tonos azules, púrpuras y verdes conocidas como "flores del mar", así como degustar delicias gastronómicas como el Karori (ostras cocinadas en crema de coco, cangrejos de río y tortitas hechas con malvavisco).
En 2017 nació en las Islas Cook el proyecto "Marae Moana", que supone la mayor reserva marina del mundo con 1,9 millones de kilómetros cuadrados en los que están prohibidas la pesca comercial y la minería. El objetivo de este proyecto es preservar el océano para las generaciones futuras protegiendo la biodiversidad de las diferentes especies que habitan en esos mares y promoviendo la conservación los arrecifes de coral milenarios.
La sostenibilidad es ya una realidad en este archipiélago gracias al proyecto "Fossil Free", cuyo objetivo era llevar el 50% de la energía renovable a las islas en 2015 y el 100% en 2020. En la actualidad, un total de 13 islas están ya completamente libres de generadores diésel y la energía solar renovable se utiliza cada vez más en todo el país.
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