Dicen que Hawái es uno de los lugares del mundo con una mayor tasa de felicidad entre sus habitantes. Y es que el clima, la naturaleza, la gastronomía y un estilo de vida basado en las relaciones dentro de la comunidad y los vínculos familiares y de amistad parece que convierten a los hawaianos en personas optimistas y tranquilas por naturaleza. Su filosofía de vida es lo que ellos denominan el “Espíritu de Aloha”, la sincronía de mente y corazón en cada uno, según la cual, cada persona debe pensar y transmitir buenos sentimientos a los demás.
Y esto ha debido ser así desde los inicios, cuando los primeros exploradores maoríes de la Polinesia llegaron hace 1.500 años a las islas de Hawái, procedentes de las lejanas tierras del Pacífico Sur y guiándose únicamente a través de las estrellas. Cuando llegaron seguro que quedaron sorprendidos por lo que estaban viendo: un vergel de naturaleza, playas, escarpados acantilados, volcanes y montañas fuera de lo común.
El capitán James Cook fue el primer europeo que llegó Hawái en 1778. En el s.XIX la isla era conocida por sus plantaciones de azúcar y eso hizo que llegasen muchos trabajadores procedentes de China, Japón o Filipinas, lo que ha influido notablemente la gastronomía de la isla.
Pese a que en 1898, Estados Unidos se anexionó Hawái no fue hasta 1959 cuando la isla se convirtió en estado oficial de EEUU por voto popular. De las seis islas principales de Hawái, Oahu es donde está situada Honolulu, la capital del estado y su ciudad más grande. Ahí es donde nació el ex presidente Barack Obama.
Las hermosas playas de Hawái son solo el comienzo de un sinfín de experiencias que permiten conocer de cerca la naturaleza, la cultura y las tradiciones más arraigadas en estas islas milenarias. Desde surfear en las suaves olas de Waikiki Beach hasta practicar esnórquel y nadar entre tortugas verdes o con las rayas en Kona Coast, el mar es el elemento omnipresente en Hawái, un archipiélago que cuenta con más de 1.900 kilómetros de arrecife de coral.
Además, cada invierno, Hawái se convierte en escenario de la mejor observación de ballenas del planeta. En esta época, miles de kohola (ballenas jorobadas) migran a sus cálidas aguas para alimentar y cuidar de las crías. Para los más terrestres, gran parte de la isla puede visitarse realizando rutas de trekking por senderos panorámicos, en 4x4 o con emocionantes descensos en tirolina.
Los 50 parques estatales y los dos parques nacionales en Hawái ofrecen de todo: desde cataratas en valles frondosos hasta paisajes volcánicos similares a la superficie de marte. Y, para los amantes de la adrenalina, nada como sobrevolar en helicóptero los cráteres y montañas de la isla en lo que es una de las experiencias más exclusivas para descubrir Hawái desde el aire.
El cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad son muy importantes para estas islas. Hawái tiene la cifra más alta de especies de plantas y animales originarios en peligro de extinción, más que cualquier otro lugar del planeta. Por este motivo, uno de los valores importantes para los habitantes locales y nativos de Hawái es lo que ellos denominan “malama aina” o cuidar de la tierra.
Podemos descubrir diferentes islas de Hawái alojándonos en diferentes resorts de lujo que hay en este archipiélago. Todos ellos se encuentran situados en ubicaciones privilegiadas, entre playas de aguas cristalinas y paisajes volcánicos, desde donde conocer las islas y practicar multitud de actividades y experiencias.
La gastronomía hawaiana cuenta con una gran variedad de sabores y tradiciones, gracias a la abundancia de vegetales frescos, carne de sus granjas y pescado de las aguas del Pacífico. Las recetas típicas de esta zona son una fusión de las influencias globales que han impregnado este archipiélago durante muchas generaciones.
No podemos irnos de esta isla sin asistir a una de las celebraciones tradicionales de comida y cultura: el “Luau”, en el que se disfruta de platos como el cerdo kalua cocinado en un imu (horno debajo de la tierra), laulau (carne de res, cerdo, pollo o pescado envuelta en hojas del tubérculo taro), poi (almidón de taro) o los célebres poke, mientras las bailarinas de hula narran las historias de sus ancestros a través de hermosos movimientos.
Hawái es el punto de conexión de la Tierra con el resto del Universo. Mauna Kea, una isla-montaña sobre un volcán inactivo, situada a 4.200m sobre el nivel del mar, alberga en su cumbre al observatorio astronómico más grande del mundo, formado por 13 telescopios en funcionamiento.
Con un clima muy seco, una nula contaminación lumínica y una media de 300 noches despejadas al año, este privilegiado observatorio es uno de los mejores lugares del mundo para contemplar el firmamento y aquellas estrellas que guiaron hace 1.500 años a os primeros polinesios hasta Hawái.
Una historia al mes durante un año
Elige los temas que te interesan
Cinco minutos de inspiración
El día que tú decidas
