Hoy me gustaría haceros soñar con un destino que abrió sus fronteras el 1 de mayo de 2022, después de más de dos años cerrado por la pandemia: Nueva Zelanda. Hace unos años tuve la suerte de visitar estas dos islas, de hecho, he estado ya dos veces y volvería de nuevo sin dudarlo.
Si bien es cierto que es el destino que más lejos se encuentra de España (unas 24 horas si viajas por Asia y unas 30 si lo haces vía Estados Unidos), la verdad es que el viaje vale la pena, sobre todo si disponéis de 3 semanas para hacerlo.
Volando con las compañías aéreas Emirates, Singapur Airlines o Qatar Airways solo realizaréis una parada y si regresáis por América, ¿por qué no parar unos días en alguna isla del Pacífico, para disfrutar de unas playas paradisíacas, ya sea en las Islas Fiji, Islas Cook o Polinesia Francesa?
Nueva Zelanda es un país conocido por sus paisajes, su naturaleza, sus rebaños de ovejas, sus viñedos y por ser el escenario de la trilogía de películas de "El Señor de los Anillos" y "El Hobbit", pero hay mucho más por descubrir y quiero contaros algunas experiencias que he vivido en ese maravilloso país para haceros soñar.
Formado por la Isla Norte y la Isla Sur, Nueva Zelanda Nueva es un país remoto situado a cerca de 2.000 kilómetros al sureste de Australia en el mar de Tasmania, y sus vecinos más cercanos al norte son Nueva Caledonia, Fiyi y Tonga. La mayor parte de la población neozelandesa es de ascendencia europea y los indígenas maoríes son la minoría más numerosa.
La fascinante topografía de Nueva Zelanda permite una amplia gama de actividades si os alojáis en un lodge justo en la entrada o, a veces, incluso dentro de los parques naturales. Espectaculares excursiones en helicóptero a volcanes activos, pesca de truchas en arroyos verde jade, recorridos en bicicleta por viñedos, caminatas, cultura y patrimonio. Desde la belleza del lejano norte hasta el impresionante paisaje del profundo sur. Cada región se caracteriza por experiencias geográficas, escénicas y de actividad únicas. De hecho, el helicóptero es uno de los medios de transporte más adecuados para recorrer las distancias entre una isla y otra.
Una de las experiencias más fascinantes en Nueva Zelanda es recorrer el trayecto panorámico de 5 horas del tren TranzAlpine, que, desde 1987, atraviesa la costa oste de la Isla Sur, desde el océano Pacífico hasta el mar de Tasmania.
Un recorrido que nos descubre las llanuras de Canterbury, valles fluviales, diferentes gargantas, túneles y viaductos a tarvés de los Alpes neozelandeses hasta el paso de Arthur, donde el túnel Otira nos introduce en la sólida roca que vertebra el país. El viaje continúa a través de exuberantes bosques de hayas alpinas hasta Greymouth, una base ideal para visitar Punakaiki y los glaciares.
La primera vez que estuve en Nueva Zelanda empecé visitando la Bahía de las Islas, al norte de la isla norte. Uno de los resorts de villas en el que vale la pena alojarse es sin duda Eagles Nest. Además del exclusivo servicio de un conserje para organizar cualquier tipo de actividad, es el lugar ideal para disfrutar de la gastronomía local, desde barbacoas informales hasta degustaciones de vinos, además de contar con un increíble Spa para relajarse y un servicio de chófer privado.
Una recomendación para grupos de amigos o familias que desean más privacidad, en esta misma zona, sería alojarse en The Landing, una gran extensión de tierra en Bay of Islands, con 4 magníficas villas de diferentes estilos, con diferentes capacidades. Un lugar perfecto para disfrutar del lugar y de los viñedos.
Mi ruta continuó hacia el Sur, pasando por Auckland, conocida como la ciudad de las velas, debido a la gran cantidad de veleros que hay en su puerto. En esta ciudad se calcula que uno de cada tres hogares tiene un barco, la proporción más alta de todo el planeta. Y es que Auckland posee una conexión ancestral con el océano de más de mil años que tuvo su origen ya en la cultura maorí.
La ciudad de Auckland es una ciudad cosmopolita, fácilmente visitable, muy agradable tanto por su tamaño (1,6 millones de habitantes de los 5 que hay en todo el país), como por las vistas al mar y la gastronomía. Está construida sobre una llanura volcánica todavía activa formada por 48 volcanes, todos ellos extintos. Los más famosos son el Mount Eden y One Tree Hill. Ambos son fácilmente accesibles y, desde su cima, se puede disfrutar de unas increíbles vistas de la ciudad y de la bahía. En Auckland es imprescindible visitar el elegante barrio de Ponsonby, con sus elegantes chalets de madera de los años 40 y salir a navegar en un velero de competición por la bahía.
Continuando la ruta, llegué hasta Rotorua, donde encontramos a tan solo 20 minutos de esta población un remanso de paz, con vistas al lago: Solitaire Lodge, uno de los principales alojamientos de lujo de Nueva Zelanda, que disfruta de impresionantes vistas sobre el lago Tarawera con un exuberante paisaje natural de arbustos y volcanes como telón de fondo.
Desde el momento en que uno llega a este encantador lodge, las sombras de las velas te invitan a pasar y a iniciar esta aventura. El salón principal ofrece una vista espectacular debido a la extraordinaria ubicación del alojamiento. Sin duda, la gastronomía de su restaurante es sorprendente. El fácil acceso al lago permite la exploración de las aguas circundantes directamente desde el embarcadero de Solitaire Lodge.
El director de la trilogía de "El Señor de los Anillos", Peter Jackson, era fan de la obra literaria de Tolkien y siempre había querido hacer una película basada en sus libros. Desde pequeño imaginó su país natal, Nueva Zelanda, como la Tierra Media. Jackson cumplió su sueño de rodar gran parte de sus películas en los valles y paisajes de Nueva Zelanda.
A pocos kilómetros de Auckland, en Matamata, en la Isla norte, puedes visitar Hobbiton, el set de rodaje que se utilizó durante la grabación de la trilogía de "El Señor de los Anillos" y "El Hobbit".
Una vez finalizado el rodaje de todas las películas, la familia propietaria de la granja escogida por Peter Jackson, el director, como escenario del pueblo Hobbit, llegó a un acuerdo con la productora para poder mantener este escenario y mostrarlo a todos los visitantes que quisiesen conocer Hobbiton o La Comarca.
En la misma isla norte, conduciendo hacia el este, llegué a Hawke's Bay, donde pude disfrutar de una excelente experiencia de vino en Church Road, uno de los viñedos más antiguos y conocidos de Nueva Zelanda.
En lugar de la degustación normal en la puerta de la bodega, la degustación tuvo lugar en una sala privada de una de las antiguas bodegas, con un sommelier privado. Fue excepcional esa cata de nada menos que nueve vinos de la gama Tom, que es su vino más premium. La degustación iba acompañada de deliciosas raciones de productos locales como cordero, pescado y verduras de la región.
Para trasladarse de un punto a otro se puede hacer en coche o también existe la posibilidad de hacerlo en un helicóptero, una experiencia maravillosa que recomiendo, sobrevolando las zonas de montañas y los volcanes que hay en la isla norte.
En la isla sur, otro lodge que me sorprendió mucho tanto por su ubicación como por la calidad de sus servicios es Split Apple Retreat, situado en el borde de los Parques Nacionales Abel Tasman y Kahurangi. Quien se aloje en este exclusivo alojamiento, podrá caminar parte del espectacular sendero costero que conduce a playas de arena dorada, rodeadas de arbustos nativos y guiado tan solo por el canto de los pájaros que habitan la zona. Cada suite está diseñada para brindar una sensación de tranquilidad y descanso, con una terraza privada rodeada de fragantes jardines y una vista de 180 grados del océano.
La gastronomía es uno de los puntos diferenciales de Split Apple Retreat. Fruto de una larga colaboración entre Lee Nelson, un médico especializado en nutrición, y su esposa, Anne Pen Lee, la chef, artista culinaria y dueña de Split Apple Retreat. Así, este alojamiento se ha convertido en un lugar célebre por su dedicación a los alimentos saludables y platos de calidad que ayudan al cuerpo a alcanzar una salud óptima y que promueven la longevidad. Incluso han publicado un libro "The Thoughtful Food Cookbook", con las mejores recetas de la Chef Pen para que los huéspedes puedan seguir cocinando esos platos saludables una vez de vuelta en casa.
Esta isla es ideal para disfrutar de muchos deportes de aventura por la zona cercana Queenstown: el famoso bungy jumping, un almuerzo-picnic en la cima de un pico, al cual se llega en helicóptero o poder realizar una excursión a caballo por Rees Valley, entre otras actividades. De hecho, se conoce a Queenstown, como la “adventure capital” de Nueva Zelanda.
En esa ciudad nació el bungy jumping (bungee jumping), una experiencia extrema que consiste en saltar al vacío desde una considerable altura atado con una cuerda elástica desde los tobillos. El primer bungy jumping del mundo está ubicado en el puente Kawarau. La distancia de caída es de 43 metros y, si se quiere, hasta se puede llegar a meter medio cuerpo en el agua del río.
Una historia al mes durante un año
Elige los temas que te interesan
Cinco minutos de inspiración
El día que tú decidas
