Clarence Terhune, el primer polizón aéreo de la historia

Terhune aprovechó un descuido para colarse en el imponente dirigible, pero no sabía que su primer escondite tendría que ser el compartimento de correo. Durante el vuelo de regreso a Alemania, fue descubierto y, en lugar de ser expulsado, lo pusieron a trabajar como cocinero para pagar el costo de su pasaje. Lavó platos, peló patatas y realizó todo tipo de tareas para ganarse la confianza de la tripulación y evitar ser desembarcado. Así fue como completó su travesía hasta llegar a tierra firme.

Cuando el dirigible tocó tierra firme, Clarence Terhune fue arrestado por la policía alemana. Entrar a Alemania sin pasaporte suponía una multa de 20 a 10.000 marcos. Aun así, para la población alemana se convirtió en un héroe; fue invitado a cenas, se le ofrecieron trabajos e, incluso, según el New York Times, 14 chicas le propusieron matrimonio.

Su aventura fue tan reconocida que varios periódicos escribieron sobre él. El New York Times comentó que “un aventurero de cabello rizado, de 19 años, alcanzó una prominencia como nunca antes había conocido ayer al convertirse en el primer polizón en un avión transatlántico”. El Chillicothe Constitution-Tribune redactó que "La audacia de la hazaña del muchacho emocionó a los alemanes y les dio una buena carcajada".

Después de un periodo en Alemania, lejos de su tierra natal, Clarence finalmente emprendió su viaje de regreso a Estados Unidos a bordo del majestuoso transatlántico francés SS Île-de-France. Cuando el buque atracó en Estados Unidos, Clarence regresó a su país natal listo para enfrentar los nuevos desafíos y oportunidades que le esperaban.