En Bora Bora el aterrizaje ya es una experiencia inolvidable: Pista de aterrizaje en medio de una lengua de tierra y aguas turquesas a lado y lado. ¡Simplemente emocionante!
Marlon Brando compró Tetiaroa en 1967 y vivió el resto de su vida con la pasión por preservar la belleza natural y la riqueza cultural de la isla y su deseo siempre fue que ésta fuera un modelo de sostenibilidad.