Javier Ordovás: "Los pasajeros que suben a estos aviones no quieren bajarse"

Es Javier Ordovás, lleva 19 años volando para la empresa, lo que se traduce en 8.000 horas de vuelo. Desde Madrid viaja a destinos como Manila, Singapur, Kenia o Darwin, siempre atendiendo a las peticiones de sus clientes. Nos asegura que no hay solicitud que se le resista a Gestair, ya que la plena disposición, la inmediatez y la privacidad son las premisas que marcan la filosofía de la compañía.

Eres uno de los pilotos de la compañía de jets privados más importante del país. ¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional?
Mi trayectoria profesional comenzó en 1989 cuando viajé a Dallas para sacarme los títulos de piloto, donde por aquella época era habitual hacerlo. En 1990 volví a España y, después de otras experiencias, empecé a trabajar con Gestair en 1999. Mi vocación viene de familia. Mi padre, mis tíos y mi hermano han trabajado en líneas aéreas, por lo que conozco muy bien el sector, pero yo siempre he preferido la aviación ejecutiva.

Comencé volando un Turbo Hélice, un avión pequeño de 10 plazas y 4 horas de autonomía. Después pasé a pilotar un Premier 1, más rápido y con 6 plazas. Y de ahí, a un Gulfstream G200, un avión de medio recorrido con 8-10 plazas. Ahora estoy volando el Falcon 2000LX, mi avión actual, que tiene alcance transoceánico. 

¿Qué supone para un cliente volar con vosotros? ¿Cuáles son las principales ventajas?
Para el pasajero todo son ventajas. Desde el acceso y la recogida del avión, que en muchos aeropuertos se realiza directamente en coche hasta la misma puerta, así como evitar interminables controles y las aglomeraciones en los aeropuertos… el acceso es rápido, comodísimo. La privacidad es otro punto clave. Por lo general los clientes pasan por terminales de aviación ejecutiva, más pequeñas, tranquilas y cómodas.

Una vez dentro del avión, la intimidad y la comodidad de no viajar con personas desconocidas a tu lado, poder pedir un catering a la carta, o una completa flexibilidad de movimiento gracias a una aeronave lista para despegar cuando el cliente lo desee, son otras de las grandes bondades que se pueden encontrar en este tipo de viajes.
En caso de que el vuelo se fuera a retrasar por un cambio del cliente, otra de las grandes ventajas es que tenemos completa flexibilidad de llamar y pedir un nuevo slot para retrasar el viaje 5, 10, 20 o los minutos que haga falta.

¿Cómo es el proceso de embarque para un cliente desde que llega al aeropuerto? ¿El equipaje se gestiona de manera diferente?
A nivel de seguridad es el mismo que en los aviones comerciales, sin embargo, el proceso de embarque es más sencillo. El control de documentos y equipajes es más personal y rápido, y muchas veces se realiza incluso minutos antes de que los clientes suban al avión.

En cuanto al equipaje, se gestiona exactamente igual, sin embargo, estos controles de seguridad son más rápidos y cómodos al tratarse de terminales más pequeñas y exclusivas.

Inmediatez, puntualidad, disposición, atención… ¿Cuáles dirías que son las claves principales de la filosofía de la empresa?
Una de las principales claves de la aviación ejecutiva es la disposición. Cualquier vuelo que le surja a un cliente se puede preparar con toda la rapidez necesaria gracias a que la gran capacidad de Gestair para solicitar un vuelo inmediato. Para cualquier urgencia o petición es posible tener un avión listo en pocos minutos.

Hay familias enteras que viajan en business, ¿sería razonable considerar un vuelo privado como mejor opción?
Sin duda. Podemos pensar en una familia a la que le guste jugar al golf y que quiera ir a Irlanda o a Escocia, a los campos de Prestwick, por ejemplo. El vuelo desde Madrid serían 2 horas y veinte minutos, lo que suma un total de 5 horas ida y vuelta, aproximadamente. Si calculas el precio por hora de vuelo en un avión como éste y lo comparas con 10 billetes en business, por supuesto que compensa. Yo no lo dudaría.

Si, como cliente, vuelas una semana a Kenia, ¿tiene sentido que el avión me espere parado durante ese periodo de tiempo para volver?
Totalmente. En destinos de este tipo, la seguridad y la flexibilidad que aporta tener un avión a plena disposición es una ventaja, además de que te permite moverte cómo y dónde quieras.

¿Necesitan vuestros pilotos una formación diferente a la necesaria para volar aviones comerciales?
La formación como piloto es la misma, da igual el avión que vueles, ya que todos tenemos la licencia de piloto comercial. Una vez entras a trabajar en una compañía, la empresa te forma para volar una aeronave concreta. En caso de cambiar de avión, se realiza un curso específico de varias semanas en EE.UU. o Londres, se cumplen en Madrid unas tomas y despegues como entrenamiento práctico y, a partir de ahí, a volar. Las diferencias están en el modelo, pero los controles médicos y de licencias son exactamente iguales.

¿Pueden vuestros jets privados volar a cualquier destino? ¿Cuál es la autonomía de este tipo de aviones?
Sí. Tenemos aviones de corto (hasta 4 horas), medio (hasta 8 horas y media) y largo alcance (hasta 15-16 horas). Dependiendo de la necesidad del cliente, se pide un avión u otro. La opción de realizar una escala es una manera de abaratar el viaje.

Podríamos decir que se puede volar desde cualquier destino hasta casi cualquier destino. Es verdad que hay lugares en los que es necesario solicitar los permisos de vuelo con más tiempo, así como los visados, pero estas gestiones son perfectamente realizables desde Gestair Flight Support, quienes preparan cualquier itinerario sin problema.

Uno de los mejores ejemplos para este caso son las vueltas al mundo. Nuestro equipo ha realizado algunas de ellas de más de 30 días, con todos los permisos, solicitudes y visados necesarios para que el cliente no tenga inconveniente alguno.