El renacimiento del Orient Express
Un viaje por la restauración de un icono

En las décadas de 1920 y 1930, los vagones que conformaban el Nostalgie-Istanbul-Orient-Express, resplandecían en las vías férreas, simbolizando una era de lujo y elegancia. Sin embargo, con el paso del tiempo, estos testigos rodantes de la historia parecían haber desaparecido, hasta que el empresario suizo Albert Glatt los reunió y relanzó este lujoso tren en la década de 1980. Operando entre Zúrich y Estambul, y luego extendiendo su trayecto desde París hasta Tokio bajo el nombre de Extrême-Orient-Express en 1988, este tren redefinió lo que significaba viajar con estilo, antes de desaparecer una vez más en el telón de la historia.

Un rastro sobre raíles:

La intrigante historia del Orient Express capturó la imaginación del investigador en historia industrial, Arthur Mettetal, quien en 2015, mientras trabajaba en su doctorado, emprendió una misión global para rastrear los vagones originales del Orient Express. Durante un año, Mettetal exploró archivos, foros y videos en línea, hasta que un día, un video en YouTube le mostró lo que parecían ser los vagones del histórico tren, estacionados en una estación llamada Małaszewicze.

Resolviendo el enigma:

Con la esperanza de descubrir una parte perdida de la historia, Mettetal y un amigo fotógrafo viajaron a Polonia y llegaron a la estación Małaszewicze, situada en la frontera entre Polonia y Bielorrusia. Allí encontraron un tren de 13 vagones que recordaba al Orient Express. Al inspeccionarlos, descubrieron que nueve de ellos eran lujosos coches cama, sorprendentemente bien conservados.

Retorno triunfal:

El equipo de Orient Express de Accor emprendió la tarea de localizar al propietario de los vagones, negociando su compra durante dos años. Finalmente, en 2018, Accor adquirió 17 vagones, incluyendo 12 coches cama, tres salones, un restaurante y uno de transporte. Dada su incompatibilidad con las vías modernas, los vagones fueron trasladados a Francia en camiones.

Reviviendo la leyenda:

Bajo la dirección del arquitecto parisino Maxime d’Angeac y con la ayuda de varios artesanos franceses, Accor está trabajando meticulosamente para restaurar los vagones a su antigua gloria. Se espera que estos vagones, una vez restaurados, surquen de nuevo las vías en una ruta de París a Estambul a partir de 2024, coincidiendo con los Juegos Olímpicos de París, marcando así el renacimiento de una leyenda ferroviaria.