El Ártico a vista de pájaro, a bordo de un hidroavión sostenible
Imagina sobrevolar el Sol de medianoche del Círculo Polar Ártico y adentrarte en la naturaleza más pura y remota que nos ofrece ese lugar único en la Tierra. Descubrir los sobrecogedores paisajes árticos en primavera y verano, donde nunca se hace de noche, y a bordo de un hidroavión sostenible que funciona con biocombustible. Viajar en este hidroavión de la compañía sueca OceanSky Aviation nos permite elegir con total libertad nuestra ruta y paradas pues puede aterrizar tanto en lagos como en pistas pavimentadas.
Empezamos nuestro viaje en las Islas Lofoten, un archipiélago situado a 220 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico. Se trata de una cadena montañosa que emerge del mar dominada por ásperos paisajes oceánicos y fiordos esculpidos en la última era glacial.

Sus hospitalarios habitantes se dedican principalmente a la pesca del “Skrei”, una preciada especie de bacalao procedente del Mar de Barents, y a la caza de ballenas. Los pequeños y coloridos pueblos se encuentran dispersos en las bahías delimitadas por paredes de granito y playas de color azul turquesa. Escritores como Julio Verne o Edgar Allan Poe mencionaron ya estas islas en alguna de sus obras. Realizar un vuelo panorámico sobre el archipiélago nos regala un paisaje único de islas, playas, fiordos y glaciares que acaban en el propio océano.
Seguimos nuestra ruta a través de los cielos de este remoto lugar y aterrizamos en la isla de Senja, la segunda más grande de Noruega y uno de los mejores lugares del país para practicar la pesca en alta mar. Después, sobrevolamos la costa del Ártico hacia el Cabo Norte, el punto más septentrional de Europa.



El vuelo en hidroavión nos permite observar el paisaje y descubrir antiguos pueblos de pescadores que parecen detenidos en el tiempo y, con un poco de suerte, podremos ver cientos de renos pastando en las montañas y valles. Estos renos son cuidados por los pastores sami de Laponia que los acompañan en su migración estival hacia pastos verdes con los que alimentarse.
En invierno, los renos se alimentan del líquen que consiguen apartando la nieve pero, en los últimos años, el aumento de la temperatura, también en aquella zona, humedece y congela la nieve, creando una capa de hielo sobre el líquen que los renos no pueden romper. Aterrizamos en la isla de Magerøya desde donde recorreremos en coche una preciosa carretera escénica para llegar a la hora de comer en la población de NordKapp.
Laponia es una zona difícil de definir porque no es un país, ni tiene fronteras ni marcas. Se considera una zona geográfica vinculada a la cultura de la raza sami y está situada en las regiones por encima del Círculo Polar Ártico, en los países de Noruega, Suecia, Finlandia y en la península de Kola en Rusia. Esta zona está directamente vinculada a la migración de los renos y a la trashumancia del pueblo sami, uno de los más antiguos de Europa, en su desplazamiento continuo como pueblo nómada de los territorios árticos europeos. Existen aproximadamente 96.000 sami, la mayoría de los cuales viven en el Ártico noruego (unos 70.000), unos 17.000 viven en Suecia y 6.000 en Finlandia.

Nuestro hidroavión nos lleva hasta la frontera con Finlandia donde vivimos al experiencia de aterrizar en el lago Kilpisjarvi, un lago de tamaño medio donde convergen Suecia, Noruega y Finlandia y el lugar ideal para disfrutar del “Sol de medianoche” entre mayo y julio y degustar un “Brunch Ártico” en plena naturaleza.
Seguimos nuestra ruta ártica hacia la animada ciudad de Tromsø, la población más importante del norte de Noruega. Sus calles y su puerto reflejan un pasado de aventuras polares. Exploradores como Roald Amundsen, Umberto Nobile o Fritjof Nansen utilizaron Tromsø como base logística para sus expediciones además de ser la población donde reclutaban a la mayor parte de su tripulación. Desde aquí partió Amundsen a bordo de un hidroavión Latham 47, en una misión de rescate con el fin de encontrar el dirigible Italia de Umberto Nobile, un vuelo del que jamás regresaría.


Aquí se encuentra la universidad más septentrional del planeta, uno de los observatorios astronómicos más importantes del Ártico y el Museo Polar, que cuenta con diferentes salas dedicadas a la historia, costumbres y tradiciones de la zona, así como a los principales exploradores árticos.
Tromsø es ideal para realizar diferentes rutas de senderismo, avistar a las ballenas jorobadas durante su migración, montar en invierno en un trineo montado por renos o huskies y ver algunas de las mejores auroras boreales de todo el Ártico. Y, a nivel gastronómico, la oferta de acogedores restaurantes es muy amplia con platos que van desde el pescado seco a la parrilla, solomillo de reno y huevos de gaviota para los más atrevidos.
Al este de Tromso, los denominados alpes de Lyngen forman un área del Ártico donde se pueden realizar numerosas actividades en familia y al aire libre, alojándonos en un confortable y exclusivo lodge de montaña. Un broche final inolvidable para nuestra aventura ártica a bordo de un hicroavión sostenible.
- La cumbre más alta de los Alpes de Lyngen es el monte Jiehkkevárri, de 1.833 metros de altitud —
- Un lodge de montaña ideal para compartir y descansar después de nuestra jornada de experiencias en Lyngen —
- El interiorismo refleja la calidez y el espíritu hogareño de esa zona del norte de Europa. —
- Los tejados del lodge se cubren con nieve en invierno y con hierba en primavera y verano